viernes, 2 de diciembre de 2016

Íntimos





¿No te interesa mi amor? –me preguntó con amargura.
Le pasé el espejo y le dije:
¡Tenga a bien dirigirle esas preguntas a quien corresponda!
¡Tenga a bien formular todos sus pedidos a la central!
¡En todos los asuntos de importancia emotiva,
tenga a bien entenderse directamente con la autoridad suprema!
De modo que le pasé el espejo.
Y ella me lo hubiera partido en la cabeza
pero se fijó en su reflejo
y esto la mantuvo fascinada durante dos segundos
mientras yo huía.

                                                            Autor: David Herbert Lawrence

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