Evocación
El mundo,
por un instante interminable guarda silencio,
no se puede llorar si estás muerto.
Marian Raméntol
por un instante interminable guarda silencio,
no se puede llorar si estás muerto.
Marian Raméntol
Por ti aprendí a
tejer, con las palabras
a hilar las sombras
-la urdimbre de los días-,
a ver el horizonte a ras del piso,
atado a los perfiles del vacío
a soñar, como sueñan los porfiados:
que en el lienzo de un beso cabe el infinito
desdevanando horas incontables
en un abrazo eterno con el tiempo
que miden los relojes de la amnesia
y cuenta el nomograma de las lágrimas
que allende tu partida hacen senda conmigo.
a hilar las sombras
-la urdimbre de los días-,
a ver el horizonte a ras del piso,
atado a los perfiles del vacío
a soñar, como sueñan los porfiados:
que en el lienzo de un beso cabe el infinito
desdevanando horas incontables
en un abrazo eterno con el tiempo
que miden los relojes de la amnesia
y cuenta el nomograma de las lágrimas
que allende tu partida hacen senda conmigo.
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