miércoles, 30 de noviembre de 2016

J es mar i allí opina selvas letro

-homenaje prestado-
                                                                        A: José María Pinilla



Jerga matutina a la deidad de su conquista intermitente:

El agua toma la forma de los pechos cuando emerge
Sobre el cielo abierto de la libertad.

Murmullo de las piedras pulidas sobre el río
Ante el cielo y ante el tiempo a la hora en punto
Rasgando la noche

Inunda la melodía de las sombras y hay gente que ni siquiera ve su cuerpo.

Antes de andarse, era el camino
Los altos campanarios/ y esa deidad que idiotiza a los lirios silvestres
La fecha propicia de la muerte no está en el calendario
I su frase llega desnuda, tan sin voz.

Olas de olvido suenan y restan mentalmente
Para seguir siendo tan sólo un amuleto
I quien celebra el cumpleaños tan solo que se asusta.
No lloréis por él,
Amanece la noche.

Sobre los tejados picudos de las casas
En esa milésima de segundo interminable
Las polillas siempre arañan/ el silencio de la ropa abandonada
Bebedoras de lluvia como si de rioja se tratara
Arbitrarias del camino y de la rabia
Suman y restan presagios mentalmente.

Los colores de la ausencia se disuelven
En finas rodajas sobre el borde del silencio
Tiene que ser así
Renacer y amar, amar amando, para que lluevan auroras vivas
Otorga al pentagrama el calor/ de un beso nunca escrito.

Acotación: Este poema hace parte de lo que he llamado Acrósticos Anagramáticos debido a su constitución: las primeras letras de cada verso forman el acróstico y a la vez configuran el anagrama del nombre del poeta al que hago el homenaje. Digo 'homenaje prestado' porque los versos en su integridad están extraídos de diferentes poemas, todos, exclusiva creación de dicho poeta.

martes, 29 de noviembre de 2016

Autorretrato en sepia



Obra de Angélica López de la Manzanara, tomada de: http://indiosacaballo.blogspot.com.co/search/label/tinta%20sepia


Nada debo acumular
                                          menos recuerdos…
mas no es un sacramento
                                                  este deseo,
que al final
                       de los hilos que me ahorcan
sólo pende
                       inevitable
                                            una informe osamenta
petrificada
                      por la química del tiempo
y una idea banal
                                  fosilizada
en todos los cerebros.



lunes, 28 de noviembre de 2016

Meciendo un pensamiento


                                         A Natalia Tamayo Gaviria


“En mi cabeza también está lloviendo”…
como gotas
mis ideas precipitan
hacia el papel en llamas
para apagar
la angustia de la albura
y como llovizna extinguen
sobre el campo
las sedes del verano
de quien las deletrea
y yo a cambio me quedo
a la distancia
como sábana al céfiro
meciendo un pensamiento.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Confidencia




Bato como una palma mis miserias
al aire, me contengo para no caer
contra la raíz, que me sostiene
a las penas de las que me nutro
como mortal, condenado que soy
al suplicio de los vendavales
y a la esclavitud del sustento
pagado, con el perlado de sangre filtrada
que transfiero al poema, que vive
en las neblinas de los ojos que lee.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Cromología






Es un aire sutil que atiza espíritus
y da ser a las formas diluidas
que desde el propio clamor de las raíces
se hacen un nudo para desnudarse
en una danza de besos saturados de color.

Calesa de fuego, fraguas un mundo en una lámina.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Velas


                       Imagen tomada de: http://www.lacasadelterror.com/articulo-713/EL_JUEGO_DE_LAS_100_VELAS.html 

Frente a nosotros,
como una fila de velas encendidas
–radiantes, cálidas y vivas–
están los días del futuro.

Los días del pasado son
esas velas apagadas:
las más cercanas todavía humeantes,
las más lejanas encorvadas, frías,
derretidas.

No quiero verlas.  Me entristece
recordar su brillo.
Frente a mí miro las velas encendidas.

No quiero mirar hacia atrás y asustarme:
cuán rápido la negra fila avanza,
cuán rápido las velas apagadas crecen.

Autor: Constantino Kavafis

jueves, 24 de noviembre de 2016

SOS


(Photo by Henrik Sorensen / Getty Images) tomada de: http://history1900s.about.com/od/1900s/qt/sos.htm

Sálvame del fragor de mis palabras
encúbrelas con el manto de tu beso
cautívalas en la celda de tu boca
no las declares libres que me asfixian.

Quiero morir en el presidio de tus labios
aherrojado por las cadenas de tus brazos
expiando en ti la condena
por el ultraje de amarte.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Amor, no mito




El amor es asexuado
y no conoce de sexos
quizá por eso
ha tardado tanto tiempo en multiplicarse.

El amor es equilibrio
y no concibe diferencias
quizá por eso
no discrimina y siente igual en cualquier género.

El amor es libre
y no admite cadenas
quizá por eso
tantos lo ahorcan al querer retenerlo.

El amor no es lascivia
pero sabe de la sensualidad y de la lívido
quizá por eso
hay tanta confusión y desvergüenza.

El amor, el real, es uno mismo
hecho entrega inmediata y sin reserva.

martes, 22 de noviembre de 2016

Lavatorio de pies



Imagen tomada de la red 


El hálito foliducido del naranjo
restituye: en sus márgenes las horas
la vereda quebrada de la queja
la estancia sobre el limo de la roca

y el yugo en que gravitan los suplicios
se prende a la garganta
destapando los gritos
de la linfa del río
en la cárcava oscura de la vida…

magro sosiego para el caminante:
pústulas que afrentan y no sanan
que no redimen en la sangre que ofrendan
ni en la confidencia del verso que quema

la mítica jofaina
conserva el contagio
de abluciones antiguas
y quien finge besar sobre los pasos
lleva en la boca pústula
que inocula el engaño y la trama.

Juagatorio de pies
máscara para la úlcera.

lunes, 21 de noviembre de 2016

Tunda


Foto tomada por: Omar Crosa

En la copa del árbol trema un trino
cuando al pie de la sombra
se atiranta una onda
y arrebuja en las plumas
la conciencia del miedo
que se expande en las fibras
arrecidas del cuerpo…
y los gritos escapan
                                por el valle
                                                en silencio…

domingo, 20 de noviembre de 2016

Nos delatan las argucias


                                 Un ‘cuentococo’ de
                         Maria Isabel Moreno Mercader
                                                            -Hecho poema y titulado-




¿Acaso es  imperioso ser diáfanos?...
Calas la almohada con la cadencia del cuco,
y si le das la vuelta no la hallas
más helada que tú ni más transida;
asumes el lecho, como un mínimo atolón de Crusoe
y al creer olvidada tu capacidad, para flotar
perseveras en que alguien acuda en tu rescate,
con la ilusión de que, aún, nadie se ofrezca;
tus ojos, bien abiertos, aparecen temblando
por temor a que su sombra se bosqueje en la puerta…
requieres habitar la oscuridad insondable
para no reconocer su imagen en tus telones.

Aunque no lo hayas hecho manifiesto lo sé:
lo sé, porque es indiscutible y palmario
que nos propulsa la misma sangre
así su tipificación nos declare diferentes
y aunque el mismo corazón que pulsa
nos haga incompatibles para algún trasplante…

¡Cómo no voy a saberlo si nos apuñalaron a la vez…
y en el mismo hospital nos desangramos!

Nos delatan las argucias.

sábado, 19 de noviembre de 2016

Confesión de parte



Mamá, innegable origen de mí ser específico en diseño:

Para mi desdicha y en favor de mi extorsión, no me consta qué tan diáfanos y minuciosos hayan sido los códigos bajo los que sufriste la dominación y no puedo ofrecerte más antídoto que una minusválida reflexión.

Puedes constatarlo por ti misma: hasta los cartabones metálicos suelen ser sujeto de distorsión; por eso, el método más eficaz para obtener los resultados estimados es aplicar la pertinencia; así que, para estar siendo imperativa con la sumisión, ha de ser porque en tus tiempos fuiste dócil y obsecuente; ¿puedo ponerlo en duda?

Cuando decida mi residencia personal y proyecte los vástagos de mi particular linaje, me aseguraré de ser el arquetipo de la norma; es un poco más grueso de deglutir, pero sabe más dulce y tú erudición te capacita para comprender por qué adoramos los ‘peques’ los ‘caramelos’. Haré mis mejores esfuerzos por orientar con amor para no tener que gobernar, porque tengo el convencimiento de que por cuenta de un ‘excelente gobierno’ a ti también te llegaron a ampollar el culito y a plantarte cardenales en las piernas como pena del ‘consejo hegemónico’ de papá que a mamá educa a punta de soga en la nuca.

Para mí rige la razón, que está por encima de cualquier democracia y no precisa de ‘campañas’ –electorales o de cualquier otra índole–, con lo que resultan inútiles las votaciones, siempre y cuando te dignes otorgarle reconocimiento.

Somos vástago y madre por las ‘gracias de dos’; y yo acepto, como hechos inexorables: mi obligación de vivir y el ‘privilegio inocente’ bajo el que me engendraron, implantado por el ‘misionero’ que en aquellos otros tiempos ejecutaron sin el ‘método de Descartes’, para hacerme responsable, como efecto de su ‘pequeña muerte’. Al transigir, me lucro en el ejercicio de mi destino como vástago. No soy quien te engendró; nuestras mentes son divergentes y, aunque nos propusiéramos compartir algunas cosas, es improbable que podamos ser copartícipes; los atractivos nos separan… para tu infortunio: ¡soy homosexual! No eres mi amiga, de esas tienes montones, y vástagos también somos varios.

En tus dominios haré lo que tú digas por la imposibilidad de cuestionarte: todo lo ordenas por amor a tu hegemonía y la intolerancia a mi individualidad. Te será fácil discernirlo en el instante en que te plantees regresar a ser la hija; mientras eso ocurre, puedes estar segura…

Amor-osa-mente, vástago impertinente.

                —  Omar Crosa

viernes, 18 de noviembre de 2016

Maitinada




Correr la urdimbre gris en la lucerna
que habita el corazón en tempestades,
dejar que el aire esparza su paseo
sobre la seca ramazón de la nostalgia,
hace anidar los trinos en la aurícula
el instante esencial que engendra el júbilo.

Te veo llegar y rezo satisfecho luz matinal,
palabra de nodriza para el ocaso de mis sentimientos.

¡Suspira el regocijo!


jueves, 17 de noviembre de 2016

Alma





Garandumba del fardaje vital
surcando el flujo caudal de tiempo,
derrelicto
entre piélagos de memoria,
eje catenular
que fondea existencia;
sin ti no puede ser quien se concibe
y mucho, mucho menos el que viva
sobre el póstumo pecio...

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Hoto





¿Cómo aceptar tu ser desesperanza
si los ácidos gritos
de los diurnos trayectos
los destila la noche en alcoholes y bálsamos?
No hay proeza más dulce,
ni hay un canto más amplio,
ni más suave ropaje,
que el plumón de su túnica
y el cíngulo que oficia el ritual de su abrazo.


martes, 15 de noviembre de 2016

Mercurio



Lábil como el azogue
incontenible
entre cantos en fuga
vivo
mas la vida me vive
entre orillas que eluden la distancia
o entre bordes que acogen el contorno
de una luna de plata.


lunes, 14 de noviembre de 2016

Gime débil, di ájame

-homenaje prestado-
                                A: Jaime Gil de Biedma


Grito inconexo, la imagen de tus ojos. Expresión de mi propio deseo.
Integra imagen de mi vida, sol de las noches mismas que le robo.
Mientras que tú y yo nos deseamos feliz y larga vida en común,
En calles resonantes la oscuridad tenía todavía la misma espesura total.

De tus regresos guardo una impresión confusa de pánico, de pena y descontento,
En una de esas noches memorables de rara comunión, con la botella,
Bajo la prematura opacidad del cielo, que converge hacia su término,
Interrumpiendo entre la muchedumbre de los que a cada instante se suceden,
La vida, que adquiere carácter panorámico, inmensidad de instante.

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso, dejar atrás un sótano más negro que mi reputación?
Igual que entonces, surge ante mí tu rostro encantador contra un fondo de carros de combate.

Amor que tiene calidad de vida, amor sin exigencias de futuro, presente del pasado.
Justo del otro lado, yo contemplo un paisaje no exento de belleza en los días de sol, pero en invierno inhóspito.
Amor más poderoso que la vida: perdido y encontrado. Encontrado, perdido...
Matiz en unas hojas, fulgor de un cristal, modulación del apagado brillo de la lluvia
En estas perspectivas desiertas bajo el sol, cuyo destino ya nadie recuerda.



Acotación: Este poema hace parte de lo que he llamado Acrósticos Anagramáticos debido a su constitución: las primeras letras de cada verso forman el acróstico y a la vez configuran el anagrama del nombre del poeta al que hago el homenaje. Digo 'homenaje prestado' porque los versos en su integridad están extraídos de diferentes poemas, todos exclusiva creación de dicho poeta.


domingo, 13 de noviembre de 2016

Fisga


Ar-día
tarde de tempestades
sobre seso disperso
gradiente de noche
repartiendo rigor
es-cal-dar
con sórdida bala
que a-ir-osa
presume
"¡Salvar la democracia!"


sábado, 12 de noviembre de 2016

Talento






En-tendido todo
menos la distancia.

Dilo
todo tiene
cuerpo
y palabra.

La imagen
d(e)ilusión
hace fuga
sobre filos
de tiempo
eslabón-es
de arena
resbalada
ausencia
sin paredes
y dominio.

El silencio
solo
se-para
el vocablo           
redime
vuela
y a-la mar
lento
es-capa.


viernes, 11 de noviembre de 2016

Ser calle vajo


          -Homenaje prestado-
                                A: César Vallejo





Son trigos de oro audaz que el chacarero siembra en los cielos y en las nebulosas,
En la hora en rubor que ya se escapa, y que es lago que suelda espejos rudos
Rematando en horrendos metaloides y en células orales acabando.

Cómo, si ya te fuiste, la onda aún es negra y me hace aún arder?
Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte
Las perlas que he recogido del hocico mismo de cada tempestad.
Lo vivido se empoza, como un charco de culpa en la mirada...
El ámbar otoñal del panorama toma un frío matiz de gris doliente!

Viene de lejos un querer demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza,
A la tarde de lluvia, cuando el alma ha roto su puñal en retirada,
Jamás tanto cariño doloroso, jamás tan cerca arremetió lo lejos,
Oh, pureza que nunca ni un recado me dejaste, al partir del triste barro.

Acotación: Este poema hace parte de lo que he llamado Acrósticos Anagramáticos debido a su constitución: las primeras letras de cada verso forman el acróstico y a la vez configuran el anagrama del nombre del poeta al que hago el homenaje. Digo 'homenaje prestado' porque los versos en su integridad están extraídos de diferentes poemas, todos exclusiva creación de dicho poeta.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Desconsuelo






La angustia atrona lo más exiguo de mis días,
nada declara el aire, gorgoritea enigmas
que aturden los sentidos descompuestos;
los pájaros abandonados por el nervio
recluyeron su desprovisto cuerpo entre otras hojas
dejando mi desnudez desahuciada;
sólo queda de mí la huida en quejas
que aprisionan mis cantos
y el estremecimiento entre las pieles
de las palabras que me desvencijan;
cualquier acto de amor es un lisiado
que repta ante el vilipendio de la fuerza,
cualquier reproche voz hacia el vacío
que no azora ¡al cinismo de las hienas!

Por defecto el espíritu se rehúsa
a claudicar en la orfandad y el miedo,
¡pendencia!, con el verbo fracturado
por el tremor que convulsiona al ánimo
el apercibimiento de las fauces
que oliscan en la brisa y balsopeto
el corazón que sacie su barbarie…

¡Ya no hay músculo, late la congoja!

miércoles, 9 de noviembre de 2016

martes, 8 de noviembre de 2016

Un moribundo sobre el valle



En frente de sus ojos de invierno se empañaban los paisajes.
La vida se fugaba por la flor calcinante de su herida,
como un perfume nacido en las entrañas de la muerte.
Reposaban sus manos sobre el vientre de la tierra
como oscuras raíces arrancadas de noche por el viento.
Sus venas se secaban como ríos lanzados al verano.
La sombra de los pájaros florecía en el árbol de su cuerpo,
como un pétalo oscuro en un marfil cargado de silencio.
Parecía que los montes se alejaban tocados por su aliento.
Golpeaban como puños los gritos encerrados en su pecho.
Los caminos recorrían como largas serpientes temerosas,
huyendo de la muerte que devoraba a un hombre sobre el valle.
En alas impalpables de suspiros se iban los recuerdos.
Insistía en quedarse quizás alguna novia de la infancia,
y su frente de cera se iba quedando atrás del pensamiento.
De sus pupilas turbias se apartaba el rebaño de las nubes.
El cabello dorado de los trigos huía de sus dedos.
El rumor de las fuentes se fue apagando cerca de su oído.
Se fue quedando solo en un lecho de grama atardecida.
Apenas sí sentía su corazón profundo como un llanto pequeño.
Era un llanto de niño que quedó clausurado por un golpe
             de viento.
                                                                                Auror: Carlos Castro Saavedra